domingo, 25 de octubre de 2009

Homilía de IV Ultreya Mundial

Mis queridos hermanos Cursillistas:
Una cosa me sorprendió muchísimo, muy positivamente, cuando hice el Cursillo en 1958, hace 51 años. Sacerdote joven, de un año de ordenado, fuí invitado a hacer el Cursillo. Entré el jueves por la tarde, y salí el domingo por la noche. Yo no conocía nada de Cursillos; pero andaba por España trabajando en mi tesis doctoral, y me invitaron… Y fuí! Me llamó la atención profundamente la alegría que había en todos ellos. No solamente en los dirigentes, los rollistas (que lo hacían muy bien), sino en los que terminaron el Cursillo, y se sentían liberados, se habían quitado un peso de encima. Se habían sorprendido ante la Gracia de Dios, la misericordia de Dios, el perdón tan generoso. La alegría en Cristo era notable!
Y yo pienso que la característica del cursillista debe ser una alegría profunda. No la del mundo. No es la alegría del mundo. Es la alegría que hay en Cristo nuestro Señor. Esa alegría que se anunció cuando Cristo vendría al mundo. Le dijo el ángel Zacarías, el padre del precursor: “Habrá mucho gozo en el mundo… Te traigo una grande alegría para el mundo.” Y a los pastores, la noche del nacimiento “Les anuncio un grande gozo… Ha nacido el Salvador.” El Cristiano debe llevar una profunda alegría en su corazón; sino, no es cristiano. Es una alegría en Cristo nuestro Señor. Que lo hace a él feliz y lo hace apóstol.
Nuestro Santo Padre Benedicto, cuando era el cardenal Ratzinger, en un libro que se llama “Sal de la Tierra” (Se lo recomiendo, todavía es actual), dijo: “la alegría que no se comparte, no es alegría.” Nadie que está felíz y contento… Nadie que está felíz y contento se calla. Lo dice, lo comunica, lo lleva a todos lados. Y Si te has encontrado a Cristo. Si te ha perdonado, no nomás en el Cursillo primero; sino a lo largo de tu vida, una y otra vez… Poniendo en práctica lo que le dijo a San Pedro, “hasta 70 veces 7…” Si has gozado la misericordia de Cristo nuestro señor, debes estar muy alegre, y muy agradecido y muy confiado. Porque el que comenzó esta Buena Obra, la de la Salvación, Él la llevará a término. A los que de antemano predestinó, los llamó, los crucificó y santificó, y los beatificó. La cadena de beneficios de la misericordia infinita de Cristo, nuestro Señor para nosotros, sus elegidos.
Un verdadero cursillista… Quién es? Uno que es alegre; pero en Cristo… Que comunica la alegría a los demás. Un verdadero cursillista es aquel que está y sigue enamorado del Señor. Por lo tanto sigue unido a Cristo nuestro Señor. Unido en la fé -- cree en Él. Unido en el amor -- lo ama… Unido en el servicio y en la obediencia a Cristo nuestro Señor. Y esa vida Cristiana tiene que mantenerse con la gracia de Dios; porque no es del hombre.
Cuántos habrán hecho el Cursillo, y cuantos han perseverado y cuantos no han perseverado. Fueron llamados, fueron hechos partícipes de esta gracia y depués se enfriaron, se fueron retirando, y volvieron a la vida anterior. Todo cursillista debe vivir de la Eucaristía y de la confesión.
Las lecturas de hoy nos invitan, el Señor nos invita a acercarnos a este pan del cielo, al Nuevo Maná. En el desierto Dios dió a su pueblo el maná; pero murireron. Cristo nuestro Señor es el Maná bajado del cielo que nos manda nuestro padre celestial; y el que lo come vive. Y vive eternamente. No se puede ser cristiano, no se puede ser en realidad cursillista si no se vive de la Eucaristía. Y para vivir de la Eucaristía, para recibirla dignamente, fructuosamente se necesita también el sacramento de la penitencia. Hay que ir con frecuencia a ese tribunal de misericordia que es la penitencia.
El verdadero cursillista, porque ama a Cristo, ama la iglesia. Ama el cuerpo de Cristo, nuestro Señor, con un amor no platónico, un amor concreto, un amor que es compromiso con la Iglesia, comunión con la Iglesia… Con la iglesia de hoy extendida por todo el mundo, con su Vicario, sus Ministros, Obispos, Sacerdotes, y con todos sus fieles. Una iglesia que tiene grandes proyectos, para responder a grandes preocupaciones.
El cursillista no puede vivir ajeno a esas procupaciones de la iglesia, y ustedes bien saben cuáles son. Está el asunto tan grave de la familia y de la vida.
La iglesia está llamando constantemente a tomar cartas, a defender la familia, institución divina, núcleo fundamental de la sociedad y de la iglesia, obra del Señor. A defender la familia contra el divorcio, la anticoncepción, las uniones libres, etc. etc. Hay un ataque constante a la familia… Y la iglesia, en obediencia al plan de Dios, a la palabra de Dios defiende la familia.
El cursillista debe también estar con la vida, como está la iglesia de Cristo Nuestro Señor, con la vida. No aborto!.. No anticoncepción!... No eutanasia!... y otras cosas que se mueven en este mundo de ahora tan alejado de Dios, buscando sus propios caminos, sin el Señor.
El amor a la Iglesia es communión, formamos el cuerpo de Cristo. Somos miembros de ese misterioso organismo. Él es la cabeza, nosotros sus miembros… Con muchos dones, charismas y ministerios. A cada quien le da Dios el suyo; pero son para el bien de todo el cuerpo.

El cursillista no puede ser un individuo ensimismado, que vive su vida Cristiana muy a lo particular buscando su propia salvación sin preocuparse de la salvación de los demás. Porque el Señor quiere discípulos, Sí; pero también quiere misioneros. A Los que llamó, como dice el Evangelista San Marcos, los llamó para que estuvieran con Él y para enviarlos.
La vida pública de Cristo comenzó con la misma parabra “vengan” y terminó con otra palabra “vayan por el mundo... Lleven el Evangelio a todas las naciones.”
El Señor te ha llamado de una manera especial cuando te trajo al Cursillo, “vengan!” Lo has conocido, has gozado de Él, ha iluminado tu vida, te ha llenado de paz tu corazón; pero el Señor te está diciendo “ahora vé…” Vé!
Si falta esta segunda parte, del “ir,” no estás cumpliendo con el Señor. Discípulos y misioneros, enamorados de Cristo; pero comprometidos con su reino, con la evangelización, con el testimonio en el mundo para meter el Evangelio como fermento en todas partes.
Nuestro Santo padre Benedicto nos ha regalado su tercera Encíclica (acaba apenas de salir) “Caritas in Veritate.” El Santo padre quiere fundamentalmente en esta Encíclica darnos a entender que hemos de procuparnos porque Dios, Dios esté en el mundo, en las realidades temporales, que esté en la economía, que esté en la política, que esté en la educación, en las ciencias y en las artes.
La crisis económica mundial, que estamos sufriendo… A qué se debe fundamentalmente? No habido sequías, no ha habido terremotos, no ha habido plagas, no ha habido guerras, y estamos en crisis. Por qué? Por la falta de moral!.. Porque les ha dado por decir a los grandes señores del dinero “ la economía tiene sus leyes, la economía tiene sus leyes.” Ya sabemos que esas leyes son: las del provecho, las de la ganacia sin ningún miramiento moral.
Y no es así. Todo lo que el hombre hace, siendo ser libre, imagen de Dios… Todo lo que el hombre hace tiene que sugetarse a la moral. Tiene que estar bajo las leyes de la moral para que sea realmente una obra humana y una obra correcta, y de bien para todos. No podemos, por lo tanto, en las cosas del mundo, ser indiferentes, dejar de ser fermento y luz.

Y empecemos por la gracia! El Cursillismo es un movimiento laical. Los laicos tienen familia… Como viven las familias cristianamente? Los laicos tienen negocios, tienen empresas… como los llevan? Con los criterios del Evangelio, o con los criterios de la economía? Realizan la política… Deben realizar la política, muy bien dice el Papa en la Encíclica, la iglesia no hace política… No!.. Pero los cristianos sí!.. Porque son ciudadanos y deben hacer la política Cristiana.
El compromiso del reino de Dios es con Cristo nuestro Señor, que nos ha llamado. Sí, para hacernos felices, y llevarnos al cielo; pero mereciendo. Haciendo su obra, dando testimonio, llevándolo a Él por todas partes.
Termino con lo que dije al principio, la alegría… La alegría del creyente, la alegría del cursillista es algo muy importante sobre todo para este mundo triste. Si ustedes se fijan en los rostros de las poblaciones que no tienen fe, no son rostros alegres, son rostros tristes. Y tratan de disimular la tristeza con mucha diversión, mucho entretenimiento; pero en su corazón no llevan luz de alegría porque no tienen una ventana al futuro. Y la alegría de los creyentes, la felicidad que noten en nosotros es un testimonio a favor de la fe, a favor de Cristo, nuestro Señor
Que Cristo, que está con nosotros en este santo misterio que celebramos, gane ahora y siempre nuestro corazón… Que nos haga sus discípulos y sus apóstoles. Y que la virgen Santísima, la Madre del Señor, la que lo engendró y nos lo regaló, esté también en la devoción, en el corazón de cada cursillista. Es madre de Gracia y de Misericordia, y garantía de nuestra salvación.
Así sea!
Cardenal Sandoval Iñiguez

martes, 11 de agosto de 2009

Boletín OMCC - Agosto 2009

A todos los Cursillistas del mundo

Queridos Amigos,

¡Que la paz y el amor de Nuestro Señor estén siempre con ustedes!

"La Belleza de ser Cristianos y la alegría de comunicarlo"
Nos reunimos en el nombre de Jesús… 31 países estuvieron representados con más de 5000 Cursillistas. Todos reunidos en amistad, todos reflexionando sobre el amor que Dios tienen para cada uno de nosotros...
Tuvimos oportunidad de conocer nuevos amigos de todas partes del mundo. Algunos nunca los habíamos conocido y otros con quien habíamos tenido correspondencia electrónica o telefónica pero que nunca nos habíamos conocido en persona. Todo esto se logro dentro de la normalidad de nuestras vidas... Gozando la amistad que compartíamos entre nosotros. Compartiendo nuestro intento de llevar el evangelio, encarnado en nosotros, a todos los que comparten nuestro metro cuadrado móvil donde Dios nos ha plantado, (como diría Eduardo Bonnín) "... para que sepan que Dios los ama..." Lo mas básico de nuestro Carisma Fundacional!
El evento en sí puede definirse de diferentes maneras. Igual como definimos el Cursillo (personal) que cada uno de nosotros llegó a experimentar. Fue una experiencia maravillosa! Tuvo (como nuestro Cursillo) la alegría y significado que le dimos y que cosechamos de él, y tuvo las Bendiciones individuales que El Espíritu Santo envió en nuestra dirección. Algunos aún están por descubrir, mientras miramos hacia atrás y reflexionamos en la experiencia vivida, el tema "La Belleza de ser Cristiano y la alegría de comunicarlo", la conferencia del Prof. Guzmán Carriquiry y la homilía del Cardenal Sandoval.
En nuestros tiempos modernos, a menudo experimentamos reuniones en las que la figura central es alguna estrella popular, alguna banda o equipo deportivo de renombre, etc. En ellos, un elemento común es el deslumbre, y presentaciones artificiales. Una Ultreya, o cualquier actividad de Cursillos, es algo distante de un deslumbrante show artificial; Es una reunión donde el elemento central es el compartir nuestro amor por Cristo y por cada uno de nosotros, para alentarnos mutuamente a continuar, a seguir adelante… En una palabra “ULTREYA!”




Comenzamos la IV Ultreya Mundial con Reunión de Grupo. Todos fuimos animado a compartir nuestra piedad, estudio y acción con alguien desconocido.
Al observar alrededor de la arena, podíamos ver pequeños grupos reunidos - sentados, parados en los pasillos o escaleras - todos compartiendo su vida cristiana. ¡Una vista preciosa! El Obispo Dominic Luong, Obispo Auxiliar de la Diócesis del Condado de Orange, entonces nos dirigió en oración.
Siguiendo las Reuniones de Grupo, Juan Ruíz, Presidente del Comité Ejecutivo del OMCC dio la formal bienvenida, salpicada con palabras sobre su periodo (y de su equipo) en el Comité; periodo que culminará al final de este año.
En la siguiente etapa de nuestra IV Ultreya Mundial, nos tocó escuchar el reconocimiento y apoyo de la Santa Sede, a través del mensaje del Cardinal Bertone, Secretario de Estado del Papa Benedicto XVI nuestro Papa Benedicto XVI, leído por la Madre Eymard Flood de la Diócesis del Condado de Orange. La conferencia principal la presento el Prof. Guzmán Carriquiry, subsecretario del Concejo Pontificio para Laicos y expreso el don del carisma de los movimientos y en particular el del Movimiento de Cursillos de Cristiandad y nos dejo un importante documento para estudiar.
Al empezar la Misa, los Matachines elocuentemente, como es su costumbre, encabezaron la procesión en frente de la figura de Nuestra Señora de Guadalupe al ritmo de sus tambores y danza. La procesión de la misa incluía al Cardenal Sandoval, dos Obispos, 70 sacerdotes y 20 diáconos. En su homilía, el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, el asesor episcopal del OMCC, nos recordó los elementos básicos de nuestro carisma y las necesidades más básicas para nosotros tener éxito en nuestra vida Cristiana.
Después llegamos a escuchar como esa vida Cristiana se encarna en cada uno de nosotros, mientras escuchamos el testimonio de personas con diversas bases culturales, de diversos idiomas. Dale Platteter (ingles), Soo Elizabeth Kan (Coreano), Aireen Macatula (Tagalo), José Salvador Soto Chacón (español), Tam Nguyen (Vietnamita), y Stefania Lucent(Italiano). Cada uno compartió con nosotros un vistazo de su Cuarto Día. Todo centrado por el Obispo Eusebio Elizondo, asesor Episcopal Nacional de los Cursillos en Estados Unidos.
Con el avance de la tarde, los cursillistas del mundo se unieron en canciones, aplausos, y alegría. Nuestra pluralidad se puso de manifiesto en las presentaciones culturales de diferentes partes del mundo. Acercándonos al final, la multitud cantó emocionada “Que Detalle,” seguido por “Un día a la vez, una canción que tanto reflejo nuestro día en la IV Ultreya Mundial.
Luego nos tomamos tiempo para mirar el trabajo por delante. La sede del OMCC ha estado en Estados Unidos como país designado (según el protocolo) por los miembros de la Región de América del Norte y el Caribe. Se mueve ahora a otra de las cuatro regiones del mundo. En esta ocasión a Australia, en la Región de Asia/Pacífico.
Juan Ruíz presentó a los miembros entrantes del Comité Ejecutivo del OMCC de Australia: Yvonne Carrigan, Presidente; Derek Moylan, Vice Presidente; Margaret Morris, Secretaria; Peter McMahon, Tesorero; y el Padre Adrian Farrelly, Asesor Espiritual quien se tuvo que ir temprano. Ellos asumirán la responsabilidad de dirigir el OMCC durante los próximos cuatro años. Su periodo de funciones se inicia en enero del 2010. Oremos siempre por el éxito de su misión!
Nuestra IV Ultreya llegaba a su cierre… Era hora de orar nuevamente, como empezamos nuestra IV Ultreya Mundial... como siempre lo hacemos! El Padre David Smith, Asesor Espiritual del Comite Ejecutivo del OMCC, nos dio su reflexión del día y enfatizo la importancia de la amistad en el Carisma del Movimiento de Cursillos de Cristiandad. Después nos dirigió en oración y con la bendición...
Demos Gracias a Dios por hacer posible esta IV Ultreya Mundial.
Demos gracias a todos los que trabajaron tan duro para hacerla una realidad.
Demos gracias especialmente a la multitud de voluntarios que sirvieron con tanta generosidad para preparar ese ambiente de amor.
Demos gracias a todos aquellos que juntaron sus manos a través de los horizontes y sus corazones alrededor del mundo para orar por la Ultreya. Que sus frutos duren por años venideros.

Después vino el canto final y la multitud explotó en alegría cantando “DE COLORES!” La canción que se ha convertido en el himno (y santo y seña) de nuestro Movimiento de Cursillos de Cristiandad… Seguida por, la también típica canción “Llegó el Amor.”
Para terminar la celebración, dos cañones dispararon confeti por toda la arena y por algunos minutos, todos cantaban y bailaban bajo esa lluvia de confeti de muchos colores.
Concluyendo, comprometámonos a reflexionar en el tema de esta IV Ultreya Mundial. Oremos porque Nuestro Señor nos permita, cada día, re-descubrir:
"La Belleza de ser Cristiano
y
La Alegría de Comunicarlo"

¡Dios bendiga el Movimiento de Cursillos de Cristiandad!
Como siempre, nos despedimos rogándole a Nuestro Señor que nos mantenga unidos en su amor y amistad.
De Colores,

Juan Ruiz
Presidente - OMCC

domingo, 9 de agosto de 2009

“ La Belleza de ser Cristiano, y La Alegría de Comunicarlo.”

Apreciados Amigos:
Lo hicimos nuevamente! Nos reunimos en el nombre de Jesús…
Logramos conocer personas que nunca antes habíamos visto o escuchado; pero con quienes tenemos tanto en común. Logramos reunirnos con personas a quienes, o de quienes nunca antes habíamos escuchado. Y logramos conocer personas, con quienes nos habíamos comunicado antes, o de quienes habíamos escuchado, en este mundo de comunicación a distancia; pero que antes eran sólo un nombre para nosotros.
Lo hicimos dentro la normalidad de nuestras vidas… Disfrutando la Amistad que compartimos el uno con el otro. Compartiendo nuestra intención de llevar el Evangelio, encarnado en nosotros, a aquellos con quienes compartimos el metro cuadrado donde Dios nos ha plantado, (como diría Eduardo Bonnín) “…para que sepan que Dios los Ama…” Lo más básico de nuestro Carisma Fundacional!
El evento en sí puede definirse de diferentes maneras. Igual como definimos el Cursillo (personal) que cada uno de nosotros llegó a experimentar. Fué una experiencia maravillosa! Tuvo (como nuestro Cursillo) la alegría y significado que le dimos y que cosechamos de él, y tuvo las Bendiciones individuales que El Espíritu Santo envió en nuestra dirección. Algunos aún están por descubrir, mientras miramos hacia atrás y reflexionamos en la experiencia vivida, y especialmente en su tema central.
En nuestros tiempos modernos, a menudo experimentamos reuniones en las que la figura central es alguna estrella popular, alguna banda o equipo deportivo de renombre, etc. En ellos, un elemento común es el deslumbre, y presentaciones artificiales. Una Ultreya, o cualquier actividad de Cursillos, es algo distante de un deslumbrante show artificial; Es una reunión donde el elemento central es el compartir nuestro amor por Cristo y por cada uno de nosotros, para alentarnos mutuamente a continuar, a seguir adelante… En una palabra “ULTREYA!”
Comenzamos nuestra Ultreya en oración, guiados por Mons. Tod D.Brown, Obispo de la Arquidiócesis de Orange, CA. Minutos después nos reunimos en Reuniones de Grupo, para reflexionar sobre el tema central de nuestra Ultreya. Siguiendo las Reuniones de Grupo, Juan Ruíz, Presidente del Comité Ejecutivo del OMCC dió la formal bienvenida, salpicada con palabras sobre su periodo (y de su equipo) en el Comité; periodo que culminará al final de este año.
En la siguiente etapa de nuestra Ultreya, nos tocó escuchar el reconocimiento y apoyo de la Santa Sede, a través del mensaje de nuestro Papa Benedicto XVI, a través de las Palabras del Prof. Guzmán Carriquiry, subsecretario del Concejo Pontificio para Laicos. Durante la Misa, en su Homilía, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez nos recordó los elementos básicos de nuestro carisma y las necesidades más básicas para nosotros tener éxito en nuestra vida Cristiana. Llegamos a escuchar como esa vida Cristiana se encarna en cada uno de nosotros, mientras escuchamos el testimonio de personas con diversas bases culturales, de diversos idiomas. Dale Platteter, Soo Elizabeth Kan, Aireen Macatula, José Salvador Soto Chacón, Tam Nguyen, y Stefania Lucent compartieron con nosotros un vistazo de su Cuarto Día. Todo centrado por el Obispo Eusebio Elizondo, el asesor Episcopal Nacional de los Cursillos en Estados Unidos.
Con el avance de la tarde, los cursillistas del mundo se unieron en canciones, aplausos, y alegría. Nuestra pluralidad se puso de manifiesto en las presentaciones culturales de diferentes partes del mundo. Acercándonos al final, la multitud cantó emocionada “Que Detalle,” seguido por “Un día” a la vez, una canción que tanto refleja nuestro cuarto día.
Luego nos tomamos tiempo para mirar el trabajo por delante. La sede del OMCC ha estado en Estados Unidos como país designado (según el protocolo) por los miembros de la Región de América del Norte y el Caribe. Se mueve ahora a otra de las cuatro regiones del mundo. En esta ocasión a Australia, en la Región de Asia/Pacífico. Al acercarse a la culminación de nuestra IV Ultreya Mundial, Juan Ruíz presentó al mundo a los miembros entrantes del Comité Ejecutivo del OMCC. Ellos asumirán la responsabilidad de liderar el OMCC durante los próximos cuatro años. Su periodo de funciones se inicia en enero del 2010. Oremos siempre por el éxito de su misión!
Nuestra IV Ultreya llegaba a su cierre… La multitud explotó en alegría cantando “DE COLORES!” La canción que se ha convertido en el himno (y santo y seña) de nuestro Movimiento de Cursillos de Cristiandad… Seguida por, la también típica canción “Llegó el Amor.”
Luego fue momento de orar, tal como iniciamos la Ultreya… Como siempre hacemos!
Demos Gracias a Dios por hacer posible esta IV Ultreya Mundial.
Demos gracias a todos los que trabajaron tan duro para hacerla una realidad. Muy especialmente, demos gracias al Comité Ejecutivo del OMCC que representa los tantos que trabajaron a través de la logística y los obstáculos para permitirnos reunirnos en un mismo espíritu. Demos gracias a todos aquellos que juntaron sus manos a través de los horizontes y sus corazones alrededor del mundo para orar por la Ultreya. Que sus frutos duren por años venideros.

Cerrando, comprometámonos a reflexionar en el tema de esta IV Ultreya Mundial. Oremos porque Nuestro Señor nos permita, cada día, re-descubrir: “ La Belleza de ser Cristiano, y La Alegría de Comunicarlo.”

Dios Bendiga el Movimiento de Cursillos de Cristiandad. Amén!

sábado, 18 de julio de 2009

“SACERDOTES: servidores de la ESPERANZA”


Llamados a animar la vida
¿En qué consiste ser sacerdote?
Pbro. Cristián Precht Bañados

Con frecuencia la gente nos pregunta, ¿en qué consiste ser sacerdote? Y cada tiempo tiene su respuesta:
Ser sacerdote es ser pastor, como Jesús. Es ser hombre de Dios y de los hombres. Es ser hombre del altar. El que preside la Eucaristía y otorga el perdón. Ser sacerdote es también ser profeta o predicador. El hombre dedicado a la palabra de Dios.
Todas estas respuestas son acertadas, verdaderas. Todas señalan un rasgo esencial del ministerio pastoral. Y, por ende, un rasgo constitutivo de la Iglesia del Señor.
Pero la pregunta se vuelve a repetir. Espontáneamente el sacerdote recurre a su experiencia y cuenta el sentido de su vida de una manera que todos puedan comprender.
Cuando a mí me formulan esta pregunta: la respuesta surge espontánea: ser sacerdote es ser animador. /…/ Y siento que para eso nos ha llamado el Señor: para alentar a los que están abatidos, para animar a los que están agobiados y para consolar a los que están tristes. Para anunciar buenas nuevas a los pobres, para liberar a los cautivos y anunciar el tiempo de la Gracia del Señor. Para animar la fe que se oscurece, fortalecer la esperanza que vacila y dar un beso en la mejilla al amor que se ha cansado.
El Señor nos ha llamado para animar, para consolar e interceder. Para ir hasta el fondo de cada tumba a anunciar al Señor Resucitado. Y para conducir a los hermanos, a las hermanas hasta las fuentes del Espíritu.
Animar es descubrir el alma de las cosas. Es descubrir el sentido de la vida. Animar es vivir en el Espíritu y celebrar la presencia del Señor en la Liturgia para que a la gente le “vuelva el alma al cuerpo”…

jueves, 16 de julio de 2009

Actitud positiva

He recibido un e-mail, de esos envíos masivos que se mueven a diario por el ciberespacio, que habla de un tal Jerry. Tiene su gracia, y es breve, así que lo copio a continuación.

Jerry era director de un restaurante en una pequeña ciudad de Estados Unidos. Siempre estaba de buen humor y tenía algo positivo que decir.

Era un motivador nato. Por dos veces, cuando cambió de trabajo, varios de sus empleados se empeñaron en seguirle a donde él fuera a trabajar. Si un trabajador tenía un día malo, Jerry siempre estaba allí, haciéndole ver el lado positivo de la situación.

Su manera de ser provocó mi curiosidad, así que un día le pregunté: «No me lo explico. No se puede ser positivo siempre, sin interrupción. ¿Cómo lo haces?». Jerry me contestó: «Cada mañana me levanto y me digo, tengo dos opciones, puedo elegir estar de buen humor o de mal humor. Y siempre elijo estar de buen humor. Cada vez que ocurre algo malo, puedo elegir entre el papel de víctima o el de aprender algo de aquello. Y procuro elegir lo de aprender algo. Cada vez que le oigo a alguien quejarse, puedo elegir entre sumarme a sus lamentos o fijarme en el lado positivo de la vida, y siempre escojo el lado positivo de la vida.»

«Pero no siempre es tan fácil», protesté. «Tampoco es tan difícil», contestó Jerry. «La vida es una elección constante. Cada situación es una elección. Eliges cómo reaccionar ante las situaciones. Eliges cómo va a afectar la gente a tu humor. Eliges estar de buen o de mal humor. Es elección tuya decidir cómo vives tu vida.»

Tiempo después, Jerry fue víctima de un atraco. Había olvidado cerrar con llave la puerta trasera del restaurante mientras hacía el balance de caja del día, y entraron dos hombres armados. Trató de abrir la caja fuerte, pero con el nerviosismo fallaba la combinación. Los atracadores se pusieron más nerviosos aún que él, y acabaron por dispararle. Afortunadamente, le llevaron enseguida al hospital, y después de una larga operación y varias semanas de convalecencia, Jerry recibió el alta.

Vi a Jerry unos meses después. Le pregunté qué le había venido a la mente cuando ocurrió el atraco. «La primera cosa en que pensé es que debía haber cerrado bien la puerta. Luego, después de que me disparasen, cuando estaba tendido en el suelo, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir, o podía elegir morir. Y escogí vivir.»

«Los camilleros eran unos tíos simpáticos. Me animaban. Me decían que me iba a poner bien. Pero cuando me metieron en la sala de urgencias y vi las caras de los médicos y enfermeras, mientras me exploraban, me asusté realmente. En sus ojos se leía "es hombre muerto". Entonces vi que tenía que pasar a la acción.»

«¿Qué hiciste?», pregunté. «Bueno, había una enfermera que me preguntaba a gritos si era alérgico a algo. "¡Sí!", le contesté. Se hizo un silencio grande. Esperaban que continuara. Yo cogí aire y dije: "Sí, tengo alergia... ¡a las balas!". Después de las risas de todos, les dije: "Quiero vivir. Así que, por favor, opérenme cuanto antes".»

Jerry piensa que vivió gracias a los médicos y enfermeras, pero también gracias a su actitud. Yo aprendí de él que cada día puedes elegir si vas a encarar la vida con ganas o te vas a amargar. La única cosa enteramente tuya, que nadie puede controlar o asumir en tu lugar, es tu actitud. De modo que si tú te das cuenta de esto, todo lo demás de la vida se hace bastante más fácil.

La historia de Jerry concluye aquí. Es quizá un tanto simple, pero apunta una idea importante. Todos conocemos personas que, con su sola presencia, irradian sentido positivo. Su actitud es optimista, animosa, esperanzada. Poseen como una especie de campo magnético que orienta los de los que le rodean, que quizá son más débiles o más negativos. Son desactivadores de crispaciones y rencillas. Cuando afrontan una situación difícil, suelen ser serenos, conciliadores, armonizadores.

Suelen ser personas que han conseguido aprender de sus propias experiencias, tanto de las negativas como de las positivas. Creen en los demás. No reaccionan desproporcionadamente ante sus defectos, ni ante la crítica o las dificultades. No se sienten satisfechos cuando descubren los errores y debilidades de los demás (y eso no porque sean ingenuos, pues también ellos ven esos errores, pero saben que con su actitud pueden hacerles mejorar o encastillarse en su conducta). Procuran no etiquetar ni prejuzgar a la gente, sino descubrir los valores positivos que hay en toda persona. Despiertan agradecimiento y gratitud. No son envidiosas. Son agradecidas. Tienden, de forma casi natural, a perdonar y olvidar las ofensas que reciben. Buscan el modo de mejorar su formación. Leen, escuchan, poseen afán de conocer cosas, les interesa lo que interesa a quienes le rodean. En fin, toda una actitud digna de imitar en nuestra vida.

domingo, 12 de julio de 2009

Virgen del Carmen y Chile

La devoción de la Virgen del Carmen está profundamente arraigada en nuestro pueblo, tanto que en jerga popular se dice que "La Virgen del Carmen es nacida y criada en Chile."

Su nombre viene del Monte Carmelo, situado al noreste de Palestina, junto al mar en el puerto de Haifa. Allí vivió, antes de Cristo, el Profeta Elías y otros testigos que lo seguían, dedicándose a la oración, y alabanza a Dios. La Sagrada Escritura nos cuenta este episodio en la vida del Profeta ocurrido en el Monte Carmelo (I Reyes 19, 41-46).

A fines del siglo XII se forma la orden de las Carmelitas o "Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo." Ellos emigran de Palestina a Europa. Allí se aparece la Virgen María a San Simón Stock en 1251, acompañada de una multitud de ángeles y llevando en sus manos el Escapulario de la Orden.

A Chile llega la devoción a la Virgen del Carmen en 1680, traída por los misioneros agustinos. La primera cofradía del Carmen se funda en Concepción en el año 1643 se hacen colectas y oraciones en todo el país, para traer a las monjas carmelitas y construir el primer templo a la Virgen del Carmen. Se extendió a Santiago en 1647. Pero su mayor auge lo adquiere esta devoción en el siglo pasado, y especialmente en el tiempo de la Independencia.

El 16 de julio de 1810, festividad del Carmen, renuncia el último Gobernador español, don Antonio García Carrasco. El 5 de Enero de 1817 se realiza la solemne presentación de la Virgen del Carmen como Patrona del Ejercito de los Andes y San Martín le entrega el bastón de mando. En la víspera de la batalla de Chacabuco, Bernardo O´higgins, reiterando el juramento hecho en Mendoza, proclama a Nuestra Señora del Carmen "Patrona y generalísima de las Armas de Chile," y el 14 de marzo de 1818, en una situación de especial peligro, se renueva en forma solemne la proclama de Patrona de la Nación y se promete erigirle un Santuario, que será el sello de la alianza. "en el mismo sitio donde se realice la batalla y se obtenga la victoria, se levantará un Santuario a la Virgen del Carmen.

jueves, 9 de julio de 2009

Benedicto XVI presenta la encíclica "Caritas in veritate"

Queridos hermanos y hermanas:

Mi nueva encíclica "Caritas in veritate", que ayer se presentó oficialmente, se inspira en su visión fundamental en un pasaje de la carta de san Pablo a los Efesios, en el que el apóstol habla del actuar según la verdad en la caridad: "Actuando --lo acabamos de escuchar-- según la verdad en la caridad, crecemos en todo hasta aquel que es la cabeza, Cristo" (4, 15). La caridad en la verdad es, por tanto, la principal fuerza propulsora para el verdadero desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. Por esto, en torno al principio "caritas in veritate", gira toda la doctrina social de la Iglesia. Sólo con la caridad, iluminada por la razón y por la fe, es posible conseguir objetivos de desarrollo con un valor human y humanizador. La caridad en la verdad "es el principio sobre el que gira la doctrina social de la Iglesia, un principio que adquiere forma operativa en criterios orientadores de la acción moral" (n. 6). La encíclica alude en seguida en la introducción a dos criterios fundamentales: la justicia y el bien común. La justicia es parte integrante de ese amor "con los hechos y en la verdad" (1 Juan 3,18), a la que exhorta el apóstol Juan (Cf. n. 6). Y "amar a alguien es querer su bien y obrar eficazmente por él. Junto al bien individual, hay un bien ligado a la vida social de las personas... Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja" por el bien común. Por tanto, dos son los criterios operativos, la justicia y el bien común; gracias a éste último, la caridad adquiere una dimensión social. Todo cristiano --dice la encíclica-- está llamado a esta caridad, y añade: "Ésta es la vía institucional... de la caridad" (cfr n. 7).

Como otros documentos del Magisterio, también esta encíclica r etoma, continúa y profundiza el análisis y la reflexión de la Iglesia sobre cuestiones sociales de vital interés para la humanidad de nuestro tiempo. De modo especial, enlaza con cuanto escribió Pablo VI, hace ahora más de cuarenta años, en la "Populorum progressio", piedra angular de la enseñanza social de la Iglesia, en la que el gran pontífice traza algunas líneas decisivas, y siempre actuales, para el desarrollo integral del hombre y del mundo moderno. La situación mundial, como ampliamente demuestra la crónica de los últimos meses, sigue presentando no pocos problemas y el "escándalo" de desigualdades clamorosas, que permanecen a pesar de los compromisos adoptados en el pasado. Por una parte, se registran signos de graves desequilibrios sociales y económicos; por la otra, se invocan desde muchas partes reformas que no pueden demorarse por más tiempo para superar la brecha en el desarrollo de los pueblos. El fenómeno de la globalización puede, en este sentido, constituir una oportunidad real, pero por esto es importante que se acometa una profunda renovación moral y cultural y un discernimiento responsable sobre las elecciones que hay que realizar para el bien común. Un futuro mejor para todos es posible, si se funda en el descubrimiento de los valores éticos fundamentales. Es necesaria por tanto una nueva proyección económica que vuelva a diseñar el desarrollo de forma global, basándose en el fundamento ético de la responsabilidad ante Dios y ante el ser humano como criatura de Dios.

La encíclica ciertamente no mira a ofrecer soluciones técnicas a las grandes problemáticas sociales d el mundo actual --no es la competencia del magisterio de la Iglesia (Cf. n. 9)--. Ésta recuerda sin embargo los grandes principios que se revelan indispensables para construir el desarrollo humano en los próximos años. Entre éstos, en primer lugar, la atención a la vida del hombre, considerada como centro de todo verdadero progreso; el respeto del derecho a la libertad religiosa, siempre unido íntimamente al desarrollo del hombre; el rechazo de una visión prometeica del ser humano, que lo considera artífice absoluto de su propio destino. Una ilimitada confianza en las potencialidades de la tecnología se revelaría finalmente ilusoria. Se necesitan hombres rectos tanto en la política cuanto en la economía, que estén sinceramente atentos al bien común. En particular, viendo las emergencias mundiales, es urgente llamar la atención de la opinión pública ante el drama del hambre y de la seguridad alimentaria, que afecta a una parte considerable de la humanidad. Un drama de tales dimensiones interpela a nuestra conciencia: es necesario afrontarlo con decisión, eliminando las causas estructurales que lo provocan y promoviendo el desarrollo agrícola de los países más pobres. Estoy seguro de que esta vía solidaria al desarrollo de los países más pobres ayudará ciertamente a elaborar un proyecto de solución de la crisis global actual. Indudablemente debe revalorarse atentamente el papel y el poder político de los Estados, en una época en la que existen de hecho limitaciones a su soberanía a causa del nuevo contexto económico-comercial y financiero internacional. Y por otro lado, no debe faltar la participación de los ciudadanos en la política nacional e internacional, gracias también a un compromiso renovado de las asociaciones de los trabajadores llamados a instaurar nuevas sinergias a nivel local e internacional. Un papel de primer nivel desempeñan, también en este campo, los medios de comunicación social para la potenciación del diálogo entre culturas y tradiciones diversas.

Queriendo por tanto programar un desarrollo no viciado por las disfunciones y distorsiones hoy ampliamente presentes, se impone por parte de todos una seria reflexión sobre el sentido mismo de la economía y sobre sus finalidades. Lo exige el estado de salud ecológica del planeta; lo pide la crisis cultural y moral del hombre que aparece con evidencia en cada lugar del globo. La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; necesita recuperar la importante contribución del principio de gratuidad y de la "lógica del don" en la economía de mercado, en el que la regla no puede ser el provecho propio. Pero e sto sólo es posible únicamente gracias al compromiso de todos, economistas y políticos, productores y consumidores, y presupone una formación de las conciencias que dé fuerza a los criterios morales en la elaboración de los proyectos políticos y económicos. Justamente, desde muchas partes se apela al hecho de que los derechos presuponen deberes correspondientes, sin los cuales los derechos corren el riesgo de transformarse en libre arbitrio. Es necesario, se repite cada vez más, un estilo diverso de vida por parte de toda la humanidad, en el que los deberes de cada uno hacia el ambiente se unan con los de la persona considerada en sí misma y en relación con los demás. La humanidad es una sola familia y el diálogo fecundo entre fe y razón no puede más que enriquecerla, haciendo más eficaz la obra de la caridad en lo social, constituyendo además el marco apropiado para incentivar la colaboración entre creyentes y no creyentes, en la perspectiva compartida de trabajar por la justicia y la paz en el mundo. Como criterios-guía por esta interacción fraterna, en la encíclica indico los principios de subsidiariedad y de solidaridad, en estrecha conexión entre sí. He señalado finalmente, ante problemáticas tan vastas y profundas del mundo de hoy, la necesidad de una Autoridad política mundial regulada por el derecho, que se atenga a los mencionados principios de subsidiariedad y solidaridad y que esté firmemente orientada por la realización del bien común, en el respeto de las grandes tradiciones morales y religiosas de la humanidad.

El Evangelio nos recuerda que no sólo de pan vive el hombre: no sólo con bienes materiales se puede satisfacer la profunda sed de su corazón. El horizonte del hombre es indudablemente más alto y m&aac ute;s vasto; por esto todo programa de desarrollo debe tener presente, junto a lo material, el crecimiento espiritual de la persona humana, que está dotada de alma y cuerpo. Este es el desarrollo integral, al que constantemente se refiere la doctrina social de la Iglesia, desarrollo que tiene su criterio orientador en la fuerza propulsora de la "caridad en la verdad". Queridos hermanos y hermanas, oremos para que también esta encíclica pueda ayudar a la humanidad a sentirse una única familia comprometida en realizar un mundo de justicia y de paz. Oremos para que los creyentes, que trabajan en los sectores de la economía y de la política, adviertan cuán importante es la coherencia de su testimonio evangélico en el servicio que ofrecen a la sociedad. Particularmente, os invito a rezar por los jefes de Estado y de Gobierno del G8 que se reúnen en estos días en L'Aquila. Que de esta importante cumbre mundia l broten decisiones y orientaciones útiles para el verdadero progreso de todos los pueblos, especialmente de los más pobres. Confiamos estas intenciones a la maternal intercesión de María, Madre de la Iglesia y de la humanidad.

lunes, 6 de julio de 2009

Los Cursillos de Cristiandad organizan la IV Ultreya Mundial

Tendrá lugar en Los Ángeles (Estados Unidos) en agosto


LOS ÁNGELES, domingo 5 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El Movimiento de los Cursillos de Cristiandad celebrará el próximo 1 de agosto en la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos), la


IV Ultreya Mundial, con el tema “La belleza de ser cristiano y la alegría de comunicarlo”.
Esta es la cuarta vez que se realiza este encuentro a nivel mundial, tras los precedentes de Roma (mayo de 1966), México (mayo de 1970), y Roma (julio de 2000).

Este tipo de encuentros (ultreyas), que se realizan habitalmente después de un Cursillo, sirven para animar a los participantes a dar testimonio y a compartir las vivencias, como un “aliento para ir adelante”.

La palabra “Ultreya” (“¡Adelante!”) procede del español antiguo, y la utilizaban los peregrinos de Compostela cuando se encontraban para saludarse y animarse a lo largo del camino.

La exposición principal la llevará a cabo el profesor Guzman Carraquiri Lecour, secretario del
Consejo Pontificio de Laicos.

Antes de este encuentro, que tendrá lugar en el Centro de Convenciones Anaheim, tendrá lugar la reunión del Organismo Mundial, de la Comisión de Revisión de Ideas Fundamentales, y la del Grupo Latinoamericano.

Según un comunicado del Movimiento recibido por Zenit, en la reunión del Grupo Latinamericano se propondrá a Argentina como sede del MCC para los próximos cuatro años.

Durante el encuentro habrá momentos de oración, reunión de grupo, música y baile, y se compartirán vivencias de los distintos países en los que está presente el MCC. La misa estará presidida por el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, asesor episcopal de los Cursillos en el mundo.

Ante la muerte de Michael Jackson

PALENCIA, sábado, 4 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito monseñor José Ignacio Munilla Aguirre, obispo de Palencia, ante la muerte de Michael Jackson.





De "reyes" y "mendigos"





Recién acontecida la muerte del cantante Michael Jackson, y cuando los medios de comunicación se prodigaban en difundir la noticia con todo tipo de detalles y especulaciones, me encontraba con un grupo de adolescentes que recibían el sacramento de la Confirmación. Parecía lógico que aquella noticia tuviese cabida en nuestra conversación, habida cuenta del eco que estaba alcanzando.

No creo que haga falta convencer a nadie del influjo tan notable que pueden llegar a tener las estrellas musicales en nuestro horizonte cultural, moral y espiritual, y especialmente en el caso de los jóvenes. El hecho de que un icono tan destacado de la música moderna, considerado como el "rey del pop", haya llevado una existencia tan contradictoria y concluya sus días de una manera tan dolorosa, nos invitaba a una serena reflexión sobre la fragilidad de los valores de la cultura occidental:

- ¿Sabéis? ¡También yo tenía aproximadamente vuestra misma edad cuando murió Elvis Presley, el "rey del rock"! ¿No os parece mucha casualidad que estas dos "estrellas" hayan muerto de una forma tan similar?

- ¡De casualidad nada! -me respondió uno de aquellos jóvenes-. ¡El mismo Michael Jackson había manifestado que tenía el temor de "terminar como Elvis"!

No está de más añadir que nuestros jóvenes son bastante más lúcidos de pensamiento de lo que muchas veces solemos suponer.

Divorcio entre el gusto estético y el bien moral

El hecho de que la cultura dominante esté tan profundamente marcada por el subjetivismo y el relativismo, contribuye más, si cabe, a que el gusto estético sea entendido como algo puramente arbitrario (¡sobre gustos no hay nada escrito!). Son muchos quienes piensan que sus gustos e inclinaciones musicales nada tien en que ver con los valores de su vida, máxime cuando en muchos casos nos cuesta entender la letra de las canciones.

Lo cierto es que algunos mitos o "iconos" musicales han ejemplificado con sus vidas el inexorable callejón sin salida al que conduce la disociación entre la estética y el bien moral del ser humano. ¿Cómo se compagina el que un artista alcance el cénit de su carrera profesional, al mismo tiempo que crece su grado de desesperanza? ¿Cómo es posible que la opinión pública dirija su admiración hacia unos "reyes" que, en el fondo, no son sino "mendigos" de una felicidad, la cual son incapaces de alcanzar?

La humildad de saberse instrumento

¡Qué difícil es mantenerse en la cumbre de la fama sin corromperse! ¡Qué fácil es caer en la tentación de un endiosamiento que termina por ensombrecer el valor de la obra artística! Posiblemente, una de las tentaciones más frecuentes en el mundo del espectáculo consista en desviar la atención de lo objetivo a lo subjetivo: de la obra musical, al cantante ídolo; del deporte, a la estrella galáctica... terminando por fomentar un culto a la imagen, que anula la conciencia de sabernos "instrumentos" de un misterio de verdad y de bondad que nos precede y nos supera.

La vida y la muerte de Michael Jackson esconden la tragedia de toda una generación incapaz de alcanzar una libertad por la que suspira. ¿Hasta qué punto estam os marcados y condicionados por las heridas generadas por la desestructuración familiar? ¿En qué consiste la libertad: en hacer lo que queramos, o en querer lo que nos corresponde hacer? En última instancia, ¿la felicidad consiste en inventar una realidad a nuestro capricho, o más bien en querer conformar nuestro deseo con la voluntad divina?

Michael Jackson ha sido una "parábola" -y al mismo tiempo una "víctima"- de nuestra época, un "paradigma" del occidente carente de cimientos sólidos, capaz de lo mejor y lo peor, generoso y caprichoso, materialista e idealista... un genio tan contradictorio como nuestra cultura misma.

No sería justo que metiésemos en el mismo saco todas las experiencias de la música moderna. E xisten intentos serios de plasmar un mensaje de esperanza en expresiones musicales innovadoras, como es el caso del conjunto irlandés U2, que actúa estos días en Barcelona. En una reciente entrevista, el solista del grupo, Bono, declaraba que se había inspirado en la arquitectura del maestro Gaudí para crear el escenario de su gira: "Gaudí hacía un lugar donde la gente podía rezar. Y para nosotros la música es una plegaria. A veces es a Dios, a veces es a tu amor, pero siempre una plegaria". En efecto, la clave de un producto musical de calidad no puede estar exclusivamente en el genio del artista, sino también en su propuesta de sentido, además de en la coherencia moral de su vida.

"Caridad en la verdad", la tercera encíclica de Benedicto XVI

Después de "Deus caritas est", dedicada al amor, y "Spe salvi" a la esperanza


CIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El mundo católico y cientos de instituciones sociales están a la espera de la tercera encíclica del Papa Benedicto XVI "Caritas in veritate" (Caridad en la verdad), firmada el pasado 29 de junio, en la fiesta de San Pedro y San Pablo, que será publicada este martes.

Dos encíclicas la han precedido: el amor fue su punto de partida con la publicación de "Deus Caritas est" firmada en diciembre de 2005. Esta encíclica fue seguid a por otra sobre la esperanza, "Spe Salvi", publicada en noviembre de 2007.

Dios es amor

El pontífice comienza su primera encíclica explicando de manera teórica los dos tipos de amor.

El primero, el eros, identificado más como el amor entre un hombre y una mujer es visto por los griegos como una "locura divina". Su Santidad aclara que debe ir más allá de de la "chispa inicial" y debe ir iluminada con la voluntad y la razón que lo purifican.

Luego se refiere al segundo tipo de amor: el ágape, amor de amistad dispuesto al sacrificio.

Ambos tipos de amor no se anteponen sino más bien, se encuentran para que se realice mejor la esenci a del amor general que tiende hacia su modelo más perfecto y sublime que es Dios mismo.

En la práctica el Papa quiere mostrar que "la fe bíblica no construye un mundo paralelo o contrapuesto al fenómeno humano originario del amor, sino que asume a todo el hombre, interviniendo en su búsqueda de amor para purificarla, abriéndole al mismo tiempo nuevas dimensiones".

En la segunda parte de Deus caritas est, Benedicto XVI se refiere a la caridad cristiana diciendo que el papel de la Iglesia no puede ser el de un servicio meramente asistencialista. Señala que es necesario ver en el hermano el rostro sufriente de Cristo.

"Toda la actividad de la Iglesia es una expresión de un amor que busca el bien integral del ser humano: busca su evangelización mediante la Palabra y los Sacramentos, empresa tantas veces heroica en su realización histórica; y busca su promoción en los diversos ámbitos de la actividad humana", dice el Pontífice

Por tanto, asegura en su primera encíclica, "el amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres".

Así la justicia adquiere una mayor fuerza y va más allá de la distribución equitativa de bienes. Llega al corazón del hombre, le hace ver su dignidad humana y la imagen de Dios, tantas veces herida por actos de injusticia.

La verdadera esperanza

En su segunda encíclica, lanzada en el adviento de hace dos años, Su Santidad explica cómo la esperanza se convierte en el motor que permite al hombre llenar de sentido cada día de su vida, haciéndose pleno solamente si mira hacia la eternidad.

Aprovecha este tiempo litú ;rgico para decir: "Según la fe cristiana, la 'redención', la salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino".

La encíclica muestra que la esperanza cobra verdadero sentido cuando el hombre deja de poner esta virtud sólo en estructuras creadas por él mismo y queriendo hallar respuestas en la ciencia, la economía o la política.

"Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar", escribe el Papa.

Sistemas políticos, como el marxismo, han buscado consolidar en esta tierra un reino donde el mal esté totalmente ausente. Pero, aclara el pontífice, esta ilusión es totalmente utópica, porque cada comunidad está compuesta por seres humanos cuya libertad muchas veces está inclinada hacia el mal.

"La esperanza bíblica del reino de Dios ha sido reemplazada por la esperanza del reino del hombre, por la esperanza de un mundo mejor que sería el verdadero 'reino de Dios'", señala Benedicto XVI

El Papa sin embargo, da una visión de esperanza, diciendo que el hombre es tan valioso que por eso Dios mismo decide hacerse uno de nosotros.

Asegura, pues, que huir del dolor nunca será la solución al sufrimiento porque lo necesario es aceptarlo y madurar en él y enc ontrar un sentido mediante la unión con Cristo.

El pontífice muestra cómo "Dios es el fundamento de la esperanza"; "pero no cualquier dios", advierte, "sino el Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo, a cada uno en particular y a la humanidad en su conjunto".

Caridad en la verdad

Con su tercera encíclica, el Papa pretende enriquecer el magisterio social pontificio. La última de este carácter fue publicada 1991. Se trata de "Centesimus Annus" de Juan Pablo II, al conmemorar el primer centenario de la "Rerum Novarum" de su predecesor Le&oa cute;n XIII sobre la cuestión de los trabajadores.

Benedicto XVI ha explicado que "Caritas in Veritate" es una actualización de la "Populorum Progressio", escrita por Pablo VI y publicada en 1967.

"Quiere profundizar algunos aspectos del desarrollo integral de nuestra época, a la luz de la caridad en la verdad", aseguró el durante el rezo del Ángelus el pasado 29 de junio.

Por Carmen Elena Villa

sábado, 4 de julio de 2009

Chile pierde con aborto y píldora del día siguiente, advierte Cardenal Errázuriz

SANTIAGO, 02 Jul. 09 (ACI).- El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, advirtió que de aprobarse el mal llamado aborto terapéutico y permitirse la distribución gratuita de la píldora del día siguiente, el perjudicado será Chile porque se perdería el respeto incondicional a la vida con sus consecuentes miles de víctimas, tanto madres como hijos.

En una extensa entrevista con el diario La Segunda, el Purpurado se refirió al deseo del Gobierno de distribuir gratuitamente la píldora del día siguiente, pese a que tres instituciones del Estado se oponen; así como a la posibilidad de que algunos candidatos se muestren a favor del aborto terapéutico.

El Arzobispo reafirmó que la Iglesia defiende la vida y por tanto es contraria al aborto. Destacó que a pesar que en otros países el aborto ha ido avanzando, la mayoría de chilenos está a favor de la vida.

El Cardenal Errázuriz advirtió que es contradictorio hablar de un "aborto terapéutico" porque "jamás el hecho de matar es terapéutico". Sobre los casos en que se dice que es necesario matar al niño que está en el vientre para salvar a la madre, indicó que "los médicos que he consultado me dicen que, con los avances científicos, esa alternativa (de decidir) entre la vida de la madre y la vida del niño en su seno, ya no se da".

"La aprobación de un aborto mal llamado terapéutico, además de despenalizar en ciertos casos el homicidio, termina siendo una puerta ampliamente abierta a todas las motivaciones posibles", expresó.

El Cardenal también se manifestó contrario al aborto eugenésico porque no se puede discriminar como si una vida humana fuese más valiosa que la otra. Recordó que "todas fueron creadas a imagen y semejanza de Dios" y por ello son sagradas.

"La discriminación en este campo la ha esgrimido un gran número de dictaduras contra sus adversarios. Pensemos con horror en el antisemitismo de Adolfo Hitler, y en la eliminación de enemigos políticos también en nuestra patria", indicó.

Píldora del día siguiente

Con respecto a la píldora del día siguiente, el Arzobispo de Santiago expresó su extrañeza por el apuro gubernamental de distribuir masivamente dicho fármaco. Recordó que ya tres instituciones del Estado, como la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Constitucional y la Contraloría General de la República, se han opuesto a que se distribuya la píldora.

Pese a ello, "miembros de los otros poderes del Estado y otros políticos, en lugar de respetar estos juicios, alzan su voz contra tres instituciones del Estado de Derecho que son esenciales a él, y cuya probidad no podemos poner en duda. Atacarlas es debilitar gravemente al Estado".

El Cardenal Errázuriz pidió serenidad porque se trata de un tema delicado, ya que el problema de fondo es si la píldora del día siguiente es abortiva o no. Advirtió que en "algunas instrucciones que han acompañado su venta en Europa, se ha afirmado expresamente que uno de sus efectos puede ser el aborto".

El Purpurado recordó que quienes promueven este fármaco dicen que no es abortivo gracias a la alteración del concepto "embarazo" en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Indicó que aunque es claro que el embarazo comienza con la concepción, ahora, según la nueva definición de la OMS, "el embarazo comenzaría varios días después, con la anidación del óvulo fecundado en el útero. Al aborto lo llaman desde entonces 'interrupción del embarazo'".

"Por eso, según la nueva definición de embarazo, sólo habría aborto a partir de la anidación del embrión en el útero. La eliminación de embriones entre la fecundación y la anidación, según la nueva definición no sería un aborto, sino una mera 'intercepción'. Por este motivo hay quienes afirman categóricamente que la píldora no es abortiva (sino sólo 'interceptiva')", explicó.

El Arzobispo de Santiago reconoció que a lo largo de la historia la Iglesia ha perdido muchas veces en las causas de la defensa a la vida, como cuando ha llamado a detener las guerras, la violencia, las detenciones arbitrarias y cuando ha pedido "clemencia para los condenados" a muerte; sin embargo, "no por eso va a optar por no defender la vida humana". "Sólo años después se reconoce la trascendencia y la nobleza de estas causas que la Iglesia defiende", manifestó.

martes, 30 de junio de 2009

De la mano de San Pablo

Por monseñor José Ignacio Munilla Aguirre


PALENCIA, sábado, 27 junio 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el artículo que ha escrito monseñor José Ignacio Munilla Aguirre, obispo de Palencia, al concluirse el Año de San Pablo.

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Coincidiendo con la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, hace un año se inauguraba el Jubileo del Año Paulino, convocado por Benedicto XVI con motivo del dos mil aniversario del nacimiento del "Apóstol de los gentiles". Llegado el momento de su clausura, damos gracias a Dios porque, pasados estos doce meses, nos hemos familiarizado más con la vida y el legado espiritual de San Pablo, cuyas Cartas escuchamos con tanta asiduidad en las Eucaristías dominicales.

A lo largo de este año, se ha realizado un notable esfuerzo a distintos niveles, para dar a conocer su figura y su doctrina: homilías dominicales, publicación de biografías, conferencias divulgativas, congresos académicos, cursillos formativos sobre sus diversas Cartas, peregrinaciones tras las huellas de San Pablo por la llamada Ruta Paulina, películas, etc. De una forma especial, cabe destacar las veinte catequesis impartidas por el Papa, en los habituales encuentros que mantiene los miércoles con los peregrinos que acuden a Roma. La editorial de la Conferencia Episcopal Española (Edice), ha publicado estas bellísimas y profundas catequesis en un libro titulado Aprender de San Pablo, que bien pudiera servirnos para dejar grabado en nosotros el legado de este Año Paulino que ahora finaliza. Mención aparte merece la incorporación de las iglesias or todoxas a este Jubileo convocado por el Papa, tal y como anunció el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.

Sólo los enamorados enamoran

La fuerza de San Pablo nace de su profunda experiencia interior: "Vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Fundado en la conciencia de saberse amado incondicionalmente por Cristo, Pablo vive con radicalidad los consejos evangélicos: "Por mi parte, muy gustosamente me daré y me desgastaré totalmente por vosotros" (2 Co 12, 15). La consecuencia lógica de todo esto es que la figura de Pablo "arrastró" en su tiempo -y lo sigue haciendo en el presente- a muchísimas personas, al seguimiento de Cristo: "Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo" (1 Co 11, 1).

He aquí una de las intuiciones que más ha sido subrayada en este Año Paulino que llega a su fin: La Nueva Evangelización sólo podrá ser acometida con éxito por quienes estén "enamorados de Cristo". Las características del momento en que vivimos acentúan más, si cabe, esta convicción. La secularización interna de la Iglesia se caracteriza por un estilo de vida relajada, "alérgico" a cualquier sacrificio y renuncia, que se expresa con un discurso plano, en el que sólo se desarrollan los puntos de consenso con la cultura dominante. La experiencia nos demuestra que por este camino, todos los proyectos pastorales están condenados a la esterilidad.

San Pablo no buscó gratuitamente conflictos, pero tampoco los rehuyó cuando se presentaron. Nunca cedió a la tentación de procurar una falsa armonía con su entorno, sino que "combatió" decididamente con la espada de la palabra. En su ministerio apostólico no faltaron incomprensiones y disputas, tal y como él mismo reconoce: "Tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas... Como sabéis, nunca nos presentamos con palabras aduladoras" (1 Ts 2, 2. 5).

Sin embargo, no podemos olvidar que la clave del ministerio de San Pablo no está en su espíritu combativo; sino que, más bien hemos de decir que, la clave del espíritu combativo de Pablo se explica por su "encuentro" con el Resucitado: "Todo lo juzgo como pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús. Por Él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo" (Flp 3, 8). Lo que motiva a San Pablo es el hecho de ser amado por Cristo, de donde se deriva un celo apostólico inagotable. El espíritu de lucha que muestra el Apóstol de los gentiles en sus Cartas, así como su capacidad de sufrimiento, es proporcional a su amor por Cristo.

La sabiduría de la cruz, cumbre del amor

La vida de San Pablo es un ejemplo práctico del mensaje evangélico que nos introduce en la sabiduría de la cruz: "Nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para nosotros (...), fuerza de Dios y sabiduría de Dios" (1 Co 11, 23). Aunque pueda parecer paradójico, la cruz es "sabiduría" para los judíos, porque revela el auténtico rostro de Dios, que el Antiguo Testamento sólo había podido mostrar parcialmente. Al m ismo tiempo, la cruz es "sabiduría" frente a la filosofía griega, demasiado segura de sí misma y de su lógica.

Gracias a Jesucristo, la cruz se ha convertido en la llave humilde que nos abre al misterio de la gracia divina. Así lo ha experimentado San Pablo a lo largo de toda su vida: "«Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo (...) porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Co 12, 10).

Este es el regalo que nos da San Pablo como conclusión de su Año Jubilar: la sabiduría de la cruz, reveladora del amor. La cruz es el camino que certifica y autentifica el amor... ¡No te tengamos miedo a la cruz, porque sería tanto como tenerle miedo al amor! Es imposible acercarse a la figura de San Pablo sin re cibir una invitación a la conversión. ¡Glorifiquemos a Dios por la vida de Saulo de Tarso, testigo del amor apasionado de Dios por cada uno de nosotros y de la respuesta ardiente de quienes se dejan alcanzar por la llamada divina!

martes, 16 de junio de 2009

Boletín del OMCC - Junio 2009 -

Queridos Amigos,

¡Que la paz y el amor de Nuestro Señor estén siempre con ustedes!

I. Eventos de Actualidad

En solo dos meses, si dios quiere, estaremos celebrando nuestra IV Ultreya Mundial de Anaheim, California el día 1 de agosto de 2009. Les queremos recordar que necesitan comprar sus boletos porque el día de la Ultreya no se venderán en la puerta. El Comite Ejecutivo del OMCC sigue trabajando amorosamente y con mucho entusiasmo en la Organización de esta IV Ultreya Mundial y les seguimos pidiendo que la sigan promoviendo en sus comunidades y no olvidemos que es una oportunidad única para poder vivir y convivir lo fundamental cristiano con amigos de todo el mundo. Es solo la IV Ultreya Mundial en la historia del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, que cada día esta en mas países y ciudades del mundo entero. Unamos en este magno evento para darle gracias a Dios por este gran Carisma que el Espíritu Santo dio al mundo para conocer el amor y la amistad de Dios en Cristo Jesús.

En el mes de mayo, Juan Ruiz visito la Isla de Encanto - Puerto Rico. Y durante su visita con Monseñor Eusebio Ramos Morales, Obispo de la nueva Diócesis de Fajardo-Humaco, se obtuvo la bendición con dos manos, como un día lo haría el mismo Obispo Hervas, para empezar los Cursillos de Cristiandad en esa nueva Diócesis.

Durante esta visita a la Isla del Encanto, también tuvo la oportunidad de visitar la Casa de Cursillos de Aguas Buenas, donde estaba marchando un Cursillos de hombres y la Casa de Cursillos de Juncos. Así como también, participar en un Encuentro Nacional con líderes de las 6 Diócesis de Puerto Rico, la Primera Ultreya Inter-diocesana en Humacao y la Clausura del Cursillo que se celebrara en la Casa de Cursillo de Aguas Buenas. Como resultado de esta visita, muchos dirigentes expresaron la necesidad de tener más eventos Inter-diocesanos, de un Cursillo de Cursillo para las 6 Diócesis y de re-avivar el Secretariado Nacional para que Puerto Rico vuelva a ser una voz en este Movimiento Universal.

De todos y cada uno de estos eventos, lo mas impresionante fue la entrega y dedicación de los Dirigentes del Movimiento de Cursillo de Cristiandad y el trabajo incansable que el P. Jaime Capo realizo en esta bella Isla del Caribe.

También durante este mes de mayo, Juan Ruiz también tuvo el gran honor y privilegio de celebrar el 50 Aniversario del Movimiento de Cursillo en la Arquidiócesis de Guadalajara Jalisco, participando juntamente con cuatro nuestro Asesor Episcopal - Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, en un Cursillo de Cursillo en esta Arquidiócesis donde asistieron cursillistas, laicos y sacerdotes, de siete diferentes diócesis de México.

Le damos gracias a Dios por todas estas oportunidades que nos está brindando para llevar el mensaje de este bello Carisma a tantos y tantos amigos de tantos y tan diferentes culturas y lenguajes. Todo esto solo viene a confirmar una vez más la mano del Espíritu Santo en la creación y efectividad de transmitir ese mensaje del amor y la amistad de Dios en Cristo Jesús, a través de ese simple vehículo de la amistad, a tantos y tantos alejados en el mundo.

II. Estudio del Carisma: Parte IX

Metodología II: CURSILLO (3 DÍAS)

Ningún hombre, ninguna mujer se conoce mientras no se ha encontrado con Dios.

El cursillo es un curso abreviado e intenso de tres días de oración, de estudio y de convivencia.

El cursillo es, ante todo, la vivencia de lo fundamental cristiano, en convivencia caritativa y apostólica. En el cursillo se convive con Dios, por la oración, con la Iglesia a través de los dirigentes y con el mundo, con los demás cursillistas. El cursillo es el hallazgo de la propuesta de “Ven y verás”, que el padrino hizo al aspirante. La realidad del triple encuentro con uno mismo, con Cristo y con los hermanos.

El método de Cursillos no surgió al azar, ni fue producto de laboratorio, ni la consecuencia de una exaltación emocional. El método del cursillo, en la peculiar convivencia durante tres días, en régimen cerrado y aislado, fue rezado, pensado, planeado, estudiado y estructurado minuciosamente. La convivencia durante tres días fue vivida y experimentada durante cinco años, desde Cala Figuera, alcanzando la plenitud en el cursillo de San Honorato.

Un sistema novedoso, dentro de la metodología, en cuanto a la introversión en el yo íntimo y la conexión con el Espíritu. Sistema que ha merecido los mejores elogios de grandes innovadores en la educación, como Guillermo Estarellas, así como de especialistas en psicología, muchos de ellos “alejados” de la Iglesia.

Se indicó que en el Método de Cursillos de vivir y alumbrar amistad se distinguen tres tiempos, o tres elementos básicos: el Precursillo, el Cursillo y el Postcursillo.

Estos tres elementos, como planos que se establecen en las relaciones de amistad entre las personas, se unen íntimamente entre sí, como un movimiento circular. Esta circunvalación al unísono, viene provocada porque el precursillo genera el cursillo, el cursillo genera el postcursillo y, a su vez, el postcursillo genera el precursillo.

La unión íntima de estos tres elementos del Método se concreta en que el cursillo es la finalidad del precursillo y, a su vez, el precursillo es una labor y objetivo del postcursillo. Cada uno de los tres tiene una importancia igual, dentro del Método, sin que deba ni hacerse ni darse comparación de importancia entre los mismos.

El CURSILLO es el segundo tiempo del Movimiento de Cursillos. Este tiempo no es una espiritualidad, sino un método para posibilitar cualquier espiritualidad, para posibilitar lo espiritual auténtico, como se indica en Vertebración de Ideas. Corresponde al plano de interrelación, o sea, el de las relaciones con quienes nos acompañan en la vida, nuestros compañeros, prójimos o próximos; expresa la proximidad sin identificación.

Es un plan apostólico con el objetivo ÚNICO de aproximación de la persona para que quien vive los tres días del cursillo pueda tener un triple encuentro: con él mismo, con Cristo y con los hermanos.

Este itinerario de encuentros es la trayectoria secuencial de los rollos seglares del cursillo:

"El hombre puede ser más y mejor (Rollo Ideal), puede serlo donde está (Seglar en la Iglesia) si descubre su corazón, con espontaneidad (Piedad), si asume su inteligencia con convicción (Estudio), si orbita su voluntad con decisión (Acción) y su persona en su globalidad (Dirigentes); si acepta que su realidad está integrada por personas (Estudio del ambiente) a las que puede ayudar (Cristiandad en acción), siempre que se realice de una forma personal (Cursillista más allá del cursillo) en amistad (Reunión de Grupo y Ultreya)". (Cursillos de Cristiandad. Manifiesto)

Ningún hombre, ninguna mujer se conoce mientras no se ha encontrado con Dios. Y el cursillo es un vehículo para acercarse a Dios; es un vehículo que provoca el encuentro con Dios.

El cursillo, desde el método de Cursillos de Cristiandad, es una reunión de hombres o una reunión de mujeres, en régimen cerrado y aislados de su vida cotidiana durante tres días, en los que se intenta explicar las ideas necesarias sobre la realidad de ser cristiano desde la vivencia de los fundamental cristiano, dándolas a conocer con alguna posibilidad de eficacia a través de un método de testimonio y palabra, en un ambiente de amistad.

Se pretende la conversión de la persona, para que ésta provoque la conversión del círculo social humano que le rodea en su metro cuadrado móvil en el que vive. Esto se consigue, desde la gracia de Dios y la libre opción de la persona, por la proclamación del mensaje y el conocimiento de la psicología y la metodología usadas, a través de un equipo formado por dirigentes seglares y sacerdotes y la palanca que representa la oración de toda la comunidad.

Los 3 días de Cursillos, sirviéndose de los rollos y los contactos personales de sondeo, estoque y animación, se dirigen esencialmente a conseguir un íntimo triple encuentro de personas con inquietud de encontrar el gozo de la fe. Mediante los rollos místicos se pretende provocar hambre de la vida en Gracia. Mediante los rollos seglares se pretende ofrecer testimonios vivos de que es posible la realidad de que el hombre y la mujer pueden llevar una vida en Gracia en el mundo donde el Señor les ha puesto, en su concreto mundo familiar, laboral y de ocio.

En primer lugar, se pretende que la persona que asiste a un cursillo se vea a sí mismo, como es. Que sepa si realmente dirige su vida hacia donde quiere, que se descubra a sí mismo y que acepte sus capacidades y limitaciones para vivir y convivir en amistad. Si el encuentro consigo mismo no se produce no se pueden dar los otros encuentros porque no parte de su realidad verdadera.

El segundo paso ofrece al cursillista el planteamiento de la posibilidad de una vida con Cristo. Pasar de un Cristo lejano y olvidado para la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, a un Cristo vivo, normal y cercano.

La esencia del tercer día estriba en hacer consciente al cursillista de que todo ello, la vida en Gracia y la cercanía de Cristo, es una realidad posible al regresar a los ambientes en el mundo nuestro. Una realidad posible, viviéndola entre las personas con las que frecuentamos directamente y, también, con las que nos rodean en general. Una realidad posible sostenible, testimoniando cristianismo.

Los pasos del cursillos, no obstante, no son una fórmula matemática que se desarrolla de forma sucesiva y exacta en cada uno de los asistentes. Los rollos y las meditaciones de cada uno de los tres días están orientados a provocar cauces apropiados para adentrase en los tres campos. Pero cada persona, en el descubrimiento de la luz de su fe, reacciona a los impactos en su momento y en su día. Dentro de los tres días del cursillo se presentan numerosos detalles, con valor suficiente cada uno en concreto para poder ser el detonador que active en el cursillista el encuentro con lo fundamental cristiano: la oración, el Sagrario, las palancas, la alegría, la amistad.

En palabras de Eduardo Bonnín, "los cursillos, por su misma naturaleza, han de ir al fondo de la persona, a lo más interior e íntimo de sí misma, no a sus circunstancias concretas que le envuelven, si es casado, soltero, practicante o indiferente etc.. No tiene que haber nada que le desvíe de la diana a que se debe apuntar. El encuentro tiene que ser con Cristo y la persona, cara a cara, de tú a tú y a eso tiene que ir enfocado todo; la existencia inevitable de un magnetismo de género o la presencia condicionante de algún testigo cualificado por relación profesional, familiar o de pareja, lo imposibilita. La reacción tiene que ser personal, radical y auténtica. No tiene que haber nada que impida o dificulte esta radicalidad, perplejidad y entusiasmo, que causa en la persona el CREER de verdad y en serio que Cristo le ama. Como en el cursillo se descubre una nueva dimensión mucho más profunda que la fe normal, no es la misma cuando la persona es observada por otra que está pendiente de su reacción. Por esta razón los cursillos no deben ser mixtos (hombres y mujeres juntos), así como tampoco no es de ninguna manera conveniente que vayan a un mismo cursillo juntos padre e hijo, madre e hija o dos hermanos o hermanas, o Jefes y subordinados o un matrimonio. Si van mujeres y hombres juntos, ninguno se porta como se portaría si fueran por separado. Cristo busca a la persona, no a lo que le envuelve". (Mi Testamento Espiritual - Eduardo Bonnín Aguiló)

La misma orientación queda ratificada por el P. Jordi Girau: “…como es bien sabido desde siempre en Cursillos, la franqueza y profundidad de comunicación que se da entre cursillistas del mismo sexo favorece la eficacia, la intensidad y el fruto del cursillo.” (PROA nº 1. pág. 6. Enero 2002. Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad de Madrid.)

El método del cursillo no es un camino cualquiera, sino que ha sido pensado meditado rezado y experimentado. El cursillo tiene que ser fiel al método, aplicar los distintos recursos del mismo sabiendo el por qué, el para qué y el cómo de ellos. Todo esto, que es tan sencillo y claro y que ha dado tan buenos frutos en tantas personas, cambiando para bien sus vidas, haciéndolas más cristianas y más humanas, no se ha de tergiversar con el deseo de actualizarlo o ponerlo al día, ni por la originalidad de añadir cosas innecesarias, que no harán más que complicar la santa simplicidad de lo pretendido, como dijo y repitió Eduardo.

La pretensión de aplicar el método del cursillo, abreviando la duración del mismo, destinado solo a determinadas edades y mezclando hombres y mujeres, será un “algo”, será un algo muy bueno, será lo que sea, pero nunca será un cursillo bajo el método de los Cursillos de Cristiandad.

Como siempre, nos despedimos rogándole a Nuestro Señor que nos mantenga unidos en su amor y amistad.


De Colores,

Juan Ruiz
Presidente - OMCC

jueves, 28 de mayo de 2009

ORACIÓN POR XXI ENCUENTRO NACIONAL

Padre Santo:
Tú que nos has llamado a ser
Fermento de la masa, sal de la Tierra
y luz del mundo
danos tu sabiduría que juzga desde arriba
y sabe ver a lo lejos.

Envíanos tu Espíritu Santo
Para que omita lo insignificante
y acrecientes en nosotros
lo eclesial y espiritual

Envíanos Señor, tu autenticidad, valor,
coherencia e impulso para realizar
nuestro trabajo sin temores

Permite que en este Encuentro Nacional
podamos servirte mejor,
con un corazón noble, nunca centrado en nosotros
sino que siempre apoyado en ti.

Madre de la Divina Gracia
y puerta del cielo,
ruega por nosotros e intercede ante Dios
para el éxito en lo encomendado
y acompáñanos ahora y siempre.

Envuélvenos en el manto de tu silencio
y comunícanos la fortaleza de tu fe
la altura de tu esperanza
y la profundidad de tu amor.

A Ti Señor, sea todo el Honor y Gloria
Por los siglos de los siglos.

Amén.

martes, 19 de mayo de 2009

El reto de la Iglesia en Latinoamérica, según el Papa: ser misionera

Consignas a los obispos de Perú 2 años después de la Conferencia de Aparecida


CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 18 mayo 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI considera que, si la Iglesia en América Latina se convierte en una Iglesia misionera --como buscaba la quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Aparecida--, superará sus problemas.

Así lo explicó al recibir este lunes a los obispos de la Conferencia Episcopal de Perú con motivo de la visita "ad Limina Apostolorum" al Santo Padre y a sus colaboradores en la Curia Romana.

El obispo de Roma reconoció que los obispos de Perú ya están aplicando en sus programas pastorales "el impulso misionero" que surgió de la cumbre episcopal celebrada en el santuario brasileño, del 13 al 31 de mayo de 2007, y especialmente la "Misión continental".

El objetivo, señaló el Santo Padre, debe ser que "cada fiel aspire a la santidad tratando personalmente con el Señor Jesús, amándolo con perseverancia y conformando la propia vida con los criterios evangélicos, de modo que se creen comunidades eclesiales de intensa vida cristiana".

Como explicó el pontífice, "una Iglesia en misión relativiza sus problemas internos y mira con esperanza e ilusión al porvenir".

Por eso, señaló, "se trata de relanzar el espíritu misionero, no por temor al futuro, sino porque la Iglesia es una realidad dinámica y el verdadero discípulo de Jesucristo goza transmitiendo gratuitamente a otros su divina Palabra y compartiendo con ellos el amor que brota de su costado abierto en la cruz".

"Cuando la belleza y la verdad de Cristo conquistan nuestros corazones, experimentamos la alegría de ser sus discípulos y asumimos de modo convencido la misión de proclamar su mensaje redentor", aclaró.

Por este motivo, el Papa exhortó a los obispos de Perú "a convocar a todas las fuerzas vivas de vuestras diócesis, para que caminen desde Cristo irradiando siempre la luz de su rostro, en particular a los hermanos que, tal vez por sentirse poco valorados o no suficientemente atendidos en sus necesidades espirituales y materiales, buscan en otras experiencias

domingo, 3 de mayo de 2009

Boletín Mensual OMCC - Mayo 2009 -

Queridos Amigos,

¡Que la paz y el amor de Nuestro Señor estén siempre con ustedes!


I. Eventos de Actualidad

Esperamos que todos hayan pasado una felices Pascuas en compañía de todos sus seres queridos. El Comite Ejecutivo del OMCC sigue trabajando amorosamente y con mucho entusiasmo en la Organización de la IV Ultreya Mundial. Les pedimos que la sigan promoviendo en sus comunidades y no olvidemos que es una oportunidad única para poder vivir y convivir lo fundamental cristiano con amigos de todo el mundo. Es solo la IV Ultreya Mundial en la historia del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, que cada día esta en mas países y ciudades del mundo entero. Unamos en este magno evento para darle gracias a Dios por este gran Carisma que el Espíritu Santo dio al mundo para conocer el amor y la amistad de Dios en Cristo Jesús.

En el mes de abril, Juan Ruiz también tuvo la oportunidad de participar en un Cursillo de Cursillo en Managua Nicaragua, organizado por el Secretariado Nacional de Nicaragua. Asistieron unos 90 cursillistas de cuatro Diócesis de Nicaragua, incluyendo el Monseñor Carlos Avilés, asesor del Secretariado Nacional de Nicaragua, Monseñor Jorge Solórzano, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y el Monseñor Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega.

Como todos los Cursillos de Cursillos y otros talleres a los que hemos tenido oportunidad de participar, fue un gran "Momento cerca de Cristo" el poder ser testigo, en vivo y en directo, de la simplicidad del mensaje de este bello Carisma y como, tan natural y normalmente, viaja desde la piel hasta el último rincon del corazón del hombre. Bendito sea Dios por este Charisma y por darnos la oportunidad de ser sus instrumentos para presentarlo al mundo.



II. Estudio del Carisma: Parte VIII

Metodología I: PRECURSILLO

“Ven y lo verás” (Jn 1, 46)

El Movimiento de Cursillos es vida viva.


No cabe en una definición. No tiene “marco” concreto en el que pueda quedar encuadrada, porque el obrar con la libertad de los hijos de Dios, desde la humildad de servicios por el Amor de Dios, no tiene “cercos” que la limiten, ni puede ser encorsetada en formas tradicionales con “ofertas apostólicas de perfección”, (que nunca interesaron a los alejados), ni mucho menos “enjaulada”.

El Movimiento de Cursillos pretende un acercamiento efectivo nuestro a todas las personas, pero especialmente a los hombres y mujeres que creen que no tienen fe en Jesucristo o que no saben si tienen fe en Jesucristo, o que no quieren tener fe en Jesucristo. Un acercamiento nuestro efectivo en los lugares donde esos hombres y mujeres viven la vida, para que, allí, en su “sitio”, oigan y sepan que Dios vive y que les ama. Y que Jesucristo puede solucionar todos los problemas

Cristo, para llegar a los hombres, no se hace estructura. Se hace hombre, persona, y vive la vida en la calle, en los ambientes.

Cursillos de Cristiandad se define como un movimiento que, mediante un método propio de amistad, intenta, desde la Iglesia, que las realidades de lo cristiano se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de cada persona.

La palabra MÉTODO procede de los vocablos griegos metha (más allá) y odos (camino), significa literalmente camino o vía para llegar más lejos. Hace referencia al medio para llegar a un fin. En su significado original, esta palabra nos indica que el camino conduce a un lugar.

El Método de Cursillos, el camino de cursillos para dirigirse a la meta, es la amistad entre personas. Nada más. No caben otras “fantasías”. Hacer amigos, hacerse amigos y hacerles amigos de Cristo.

Cursillos pretende, mediante la amistad, lograr el fin específico de hacer llegar a todos, especialmente a los alejados, la Buena Noticia de que Dios, en Cristo, está vivo y les ama. Sugiriendo a todos que hagan experiencia personal de ese anuncio. Invitando a todos a la propuesta de Felipe “Ven y lo verás” (Jn 1, 46) . Cursillos propone hacer el camino en compañía con los amigos.

En el Método de Cursillos de vivir y alumbrar amistad se distinguen tres tiempos, o tres elementos básicos: el Precursillo, el Cursillo y el Postcursillo.

Estos tres elementos, como planos que se establecen en las relaciones de amistad entre las personas, se unen íntimamente entre sí, como un movimiento circular. Esta circunvalación al unísono, viene provocada porque el precursillo genera el cursillo, el cursillo genera el postcursillo y, a su vez, el postcursillo genera el precursillo.

La unión íntima del Precursillo con los otros dos elementos del Método se concreta en que el cursillo es la finalidad del precursillo y, a su vez, el precursillo es una labor y objetivo del postcursillo.
Cada uno de los tres tiene una importancia igual, dentro del Método, sin que deba ni hacerse ni darse comparación de importancia entre los mismos.

El PRECURSILLO es el primer tiempo del Movimiento de Cursillos y corresponde al plano de nuestro entorno o de los demás. Es un plan apostólico con el objetivo ÚNICO de la eficacia en las almas.

Apóstol significa enviado con una misión y la misión apostólica del PRECURSILLO es la de ser testigo ante los demás de lo que se ha llegado a descubrir: la Buena Nueva del Amor de Dios. La eficacia en las almas se afirma como contraposición a eficacia en obras, física o económicamente mensurable.

Este elemento o espacio de tiempo del Método de Cursillos, el precursillo, comprende un proceso de selección y de preparación, con la santa intención de que el cursillo produzca una buena y abundante cosecha. Que la cosecha sea buena y abundante depende, en primer lugar, de los planes del Señor y de la libertad de cada uno de los hijos de Dios. Pero es de una importancia esencial la labor del sembrador. El sembrador ha de preparar el terreno y cuidar de la semilla.
La semilla sembrada solo puede nacer y crecer con vida si cae en terreno fértil.

Cuando se habla del Precursillo, normalmente se piensa en las personas que pueden, que no deben o que deben de vivir la experiencia de los tres días del cursillo. Pero el primer punto de reflexión sobre el Precursillo se dirige a las personas que los invitan (los padrinos) a vivir la experiencia del cursillo y al grupo de dirigentes que estarán sirviendo en el cursillo. El testimonio del que lo invita y la labor de los dirigentes del cursillo son como la del sembrador.

Es esencialmente importante en el Precursillo el testimonio del que los invita (padrinos) y la preparación de los dirigentes que lo organizan. Tanto los padrinos como los dirigentes han de tener una firme convicción de que el Cursillo tiene por objetivo contagiar el gozo de la fe. Pero nos es conocido que solo se puede contagiar la fe que se vive, porque nadie da lo que no tiene y, además, "quien no está convencido ya está vencido" (Eduardo Bonnín). Esa preparación se basa, esencialmente, en la oración y en el estudio.

Un padrino y un dirigente han de ser cristianos, que es actualizar a Cristo.
Un padrino y un dirigente, si pretenden hacer cristiandad han de ser apóstoles. Se es apóstol “realizando en su vida el ansia redentora de Cristo. Desviviéndose para que Cristo viva por la Gracia en todos” . Ha de volcarse: “Ir dando a Cristo, limpiamente, todo lo que se tiene, a medida que se va teniendo”. Para ello hemos de conocer a Jesús de cerca. La amistad, conocer verdaderamente al otro, requiere cercanía. "La oración es dejar hablar a Dios", repetía Eduardo Bonnín.

Los apóstoles estuvieron con Jesús, o sea, compartieron su vida con Él y, así, aprendían no solo el comportamiento, sino, ante todo, quién era Él realmente.
El padrino y el dirigente de Cursillos han de tener conocimiento del Evangelio, en primer lugar, por el hecho de ser el principal testimonio de la vida y la enseñanza de Jesucristo. El padrino y el dirigente de Cursillos han de tener conocimiento, además, del Carisma del Movimiento por el que hemos optado seguir a Jesucristo.

Solo así, con estos conocimientos, se podrá hablar de “la” verdad de las enseñanzas que hemos recibido.

Con ese conocimiento se podrá anunciar la Buena Nueva, provocando hambre de Dios a todos las personas, especialmente a los alejados.

Con ese conocimiento se podrá provocar la amistad de la Reunión de Grupo y de la Ultreya a todas las personas, especialmente a los alejados.

El Grupo de Dirigentes, durante el precursillo, tiene, además, la misión de hacer una selección de las personas que pueden ir al Cursillo

Se ha de partir de que cualquier hombre o mujer, en circunstancias normales, puede vivir la experiencia de un cursillo. No cabe discriminación alguna, de ningún tipo: ni de edad, ni de clase social, ni de situación, ni de profesión, ni …DE NINGÚN TIPO. La llamada es universal. En el banquete del Reino nadie está excluido. Los buenos para crecer en su bondad y los pecadores para que abandonen los caminos anchos y encuentren el camino estrecho que conduce a la vida.

No obstante es necesario elegir siempre lo mejor, porque se ha de considerar mal hecho aquello que estando bien, pudiera estar mejor

Al seleccionar las personas a quien se invite a vivir los tres días de un cursillo se ha de tener en cuenta que esa persona tenga personalidad para encontrarse consigo misma. Por ello, en su caso, deben asistir los hombres y mujeres que tienen carácter y decisión, los que son vértebras y locomotoras, en lenguaje de cursillos.

Al seleccionar las personas a quien se invite a vivir los tres días de un cursillo se ha de tener en cuenta que esa persona se encuentre en el momento y en las circunstancias para el triple encuentro con él mismo, con Cristo y con los hermanos. Por ello, en su caso, deben asistir los hombres y mujeres en situación de singularidad como persona. En situación de libertad en tiempo y espacio, para mantener una relación cara a cara con Dios.

Al seleccionar las personas a quien se invite a vivir los tres días de un cursillo se le ha de decir la verdad mediante gestos de amistad. Por ello, en su caso, deben asistir los hombres y mujeres que tengan hambre de satisfacer sus inquietudes.

Al seleccionar las personas a quien se invite a vivir los tres días de un cursillo se ha de tener en cuenta que esa persona, una vez vivido el mensaje del Cursillo sea apto para comunicarlo a los demás. Por ello, en su caso, deben asistir los hombres y mujeres que tienen posibilidad de ser apóstoles.

El precursillo no debe ser un anuncio de la Buena Nueva como una teoría. No es objetivo del Precursillo “llevar” a alguien a un cursillo, sino llevar a alguien a un cursillo para que “conozca” a Jesucristo.

El momento del Precursillo el padrino y el dirigente han de vivirlo como lo vivió Felipe inmediatamente después de que Jesús le invitara a seguirle. Lo primero que piensa Felipe es compartir el regalo recibido con su amigo Natanael. Fue en su busca y le dice: “Hemos encontrado a Jesús”. Como Natanael no comprendía claramente, Felipe no lo duda y, con la garantía de la amistad, coge a su amigo y le dice: “Ven a verlo”. La amistad entre ambos facilitó a Natanael su encuentro con el Hijo de Dios y pudo saber del Amor que nos tiene

Como siempre, nos despedimos rogándole a Nuestro Señor que nos mantenga unidos en su amor y amistad.


De Colores,

Juan Ruiz
Presidente - OMCC

lunes, 13 de abril de 2009

MCC Talca tiene su propio Vía Lucis

Te queremos invitar a vivir una nueva y maravillosa experiencia, se trata de un VÍA LUCIS con el cual el MCC celebrará la Resurrección de nuestro Señor. Cristo ha vencido a la muerte nuevamente y esta mas vivo que nunca en nuestros corazones, en nuestros hermanos, en nuestro metro cuadrado móvil, en todos nuestros ambientes, por lo tanto tenemos que celebrar la Luz del Señor que ilumina nuestras vidas con este Vía Lucis.
Esta es la segunda oportunidad que viviremos este experiencia, solo tienes que llegar a las 20:45 hrs. de este miércoles 15 en el Colegio De La Salle y llevar una vela y una flor, con las cuales celebraremos el triunfo de la vida sobre la muerte.
Te esperamos, no faltes.
Secretariado Diocesano MCC Talca 2009

domingo, 12 de abril de 2009

Jesús murió y resucitó para llenarnos de esperanza, dice el Papa

Miles de fieles y peregrinos estuvieron presentes en la Plaza de San Pedro para escuchar el mensaje Pascual y recibir la bendición y "Urbi et Orbi" -a la ciudad y al mundo- del Papa Benedicto XVI, quien alentó a mantener siempre firme la esperanza pues es ese el sentido de la muerte y resurrección de Cristo: darnos esperanza.

Citando a San Agustín, el Papa dijo: “«Resurrectio Domini, spes nostra», «la resurrección del Señor es nuestra esperanza». Con esta afirmación, el gran Obispo explicaba a sus fieles que Jesús resucitó para que nosotros, aunque destinados a la muerte, no desesperáramos, pensando que con la muerte se acaba totalmente la vida; Cristo ha resucitado para darnos la esperanza”.

Respondiendo la pregunta sobre lo que sigue a la muerte, el Papa afirmó “que la muerte no tiene la última palabra, porque al final es la Vida la que triunfa. Nuestra certeza no se basa en simples razonamientos humanos, sino en un dato histórico de fe: Jesucristo, crucificado y sepultado, ha resucitado con su cuerpo glorioso. Jesús ha resucitado para que también nosotros, creyendo en Él, podamos tener la vida eterna. Este anuncio está en el corazón del mensaje evangélico”.

Así mismo enfatizó que “desde la aurora de Pascua una nueva primavera de esperanza llena el mundo; desde aquel día nuestra resurrección ya ha comenzado, porque la Pascua no marca simplemente un momento de la historia, sino el inicio de una condición nueva: Jesús ha resucitado no porque su recuerdo permanezca vivo en el corazón de sus discípulos, sino porque Él mismo vive en nosotros y en Él ya podemos gustar la alegría de la vida eterna”.

“La resurrección –prosiguió el Papa- no es una teoría, sino una realidad histórica revelada por el Hombre Jesucristo mediante su «pascua», su «paso», que ha abierto una «nueva vía» entre la tierra y el Cielo. No es un mito ni un sueño, no es una visión ni una utopía, no es una fábula, sino un acontecimiento único e irrepetible: Jesús de Nazaret, hijo de María, que en el crepúsculo del Viernes fue bajado de la cruz y sepultado, ha salido vencedor de la tumba”.

El Santo Padre también hablo de las realidades oscuras que amenazan nuestra existencia: “Me refiero particularmente al materialismo y al nihilismo, a esa visión del mundo que no logra transcender lo que es constatable experimentalmente, y se abate desconsolada en un sentimiento de la nada, que sería la meta definitiva de la existencia humana”.

“En efecto-prosiguió-, si Cristo no hubiera resucitado, el «vacío» acabaría ganando. Si quitamos a Cristo y su resurrección, no hay salida para el hombre, y toda su esperanza sería ilusoria. Pero, precisamente hoy, irrumpe con fuerza el anuncio de la resurrección del Señor”.

En el contexto del año Paulino, el Papa se refirió también a la figura de Pablo: “Fijémonos en este gran evangelizador, que con el entusiasmo audaz de su acción apostólica, llevó el Evangelio a muchos pueblos del mundo de entonces. Que su enseñanza y ejemplo nos impulsen a buscar al Señor Jesús. Nos animen a confiar en Él, porque ahora el sentido de la nada, que tiende a intoxicar la humanidad, ha sido vencido por la luz y la esperanza que surgen de la resurrección”.

Más adelante Benedicto XVI reflexionó sobre el mal en el mundo y la necesidad de la cooperación humana afirmando que “si, por la Pascua, Cristo ha extirpado la raíz del mal, necesita no obstante hombres y mujeres que lo ayuden siempre y en todo lugar a afianzar su victoria con sus mismas armas: las armas de la justicia y de la verdad, de la misericordia, del perdón y del amor”.

También mencionó algunas problemáticas actuales: “La difícil, pero indispensable reconciliación, que es premisa para un futuro de seguridad común y de pacífica convivencia, no se hará realidad sino por los esfuerzos renovados, perseverantes y sinceros para la solución del conflicto israelí-palestino. En un tiempo de carestía global de alimentos, de desbarajuste financiero, de pobrezas antiguas y nuevas, de cambios climáticos preocupantes, de violencias y miserias que obligan a muchos a abandonar su tierra buscando una supervivencia menos incierta, de terrorismo siempre amenazante, de miedos crecientes ante un porvenir problemático, es urgente descubrir nuevamente perspectivas capaces de devolver la esperanza”.

“La resurrección de Cristo es nuestra esperanza. La Iglesia proclama hoy esto con alegría: anuncia la esperanza, que Dios ha hecho firme e invencible resucitando a Jesucristo de entre los muertos; comunica la esperanza, que lleva en el corazón y quiere compartir con todos, en cualquier lugar, especialmente allí donde los cristianos sufren persecución a causa de su fe y su compromiso por la justicia y la paz; invoca la esperanza capaz de avivar el deseo del bien, también y sobre todo cuando cuesta”, concluyó el Papa.

miércoles, 8 de abril de 2009

Benedicto XVI pide a católicos vivir a profundidad esta Semana Santa

VATICANO, 08 Abr. 09 (ACI).-El Papa Benedicto XVI dedicó la Audiencia General de hoy a hablar sobre la Semana Santa, "que para nosotros los cristianos es la semana más importante del año", y recordó a los católicos que estos días nos ofrecen "la oportunidad de vivir en profundidad los eventos centrales de la Redención, de revivir el misterio pascual, el gran misterio de la fe".

El Santo Padre explicó que Jesús "no quiso usar su ser Dios, su dignidad gloriosa y su potencia como instrumento de triunfo y signo de distancia entre nosotros". "Por amor, quiso "vaciarse de sí mismo" y hacerse nuestro hermano; por amor compartió nuestra condición, la de cada hombre y de cada mujer", indicó.

Benedicto XVI repasó las celebraciones centrales de estos días y explicó que la Misa del Crisma es como "un preludio al Triduo pascual, que comienza mañana" pues "en ella se renuevan las promesas sacerdotales pronunciadas el día de la ordenación".

Esta celebración "tiene este año un significado particular, pues es como una preparación al Año Sacerdotal, que he convocado con ocasión del ciento cincuenta aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, y que se inaugurará el próximo día 19 de junio. En la Misa del Crisma "se bendicen el óleo de los enfermos y el de los catecúmenos y se consagra el Crisma", indicó.

Asimismo, señaló que en la misa del Jueves Santo por la tarde, llamada "in Coena Domini", "la Iglesia conmemora la institución de la Eucaristía, el sacerdocio ministerial y el mandamiento nuevo -mandatum novum- de la caridad, dejado por Jesús a sus discípulos". Este día "constituye, por tanto, una invitación renovada a dar gracias a Dios por el don supremo de la Eucaristía, que hay que acoger con devoción y adorar con fe viva".

El Papa también afirmó que el Viernes Santo es el "día de la pasión y de la crucifixión del Señor. La muerte de Cristo recuerda el dolor y los males que gravan sobre la humanidad de todos los tiempos: el peso aplastante de nuestro morir, el odio y la violencia que siguen ensangrentando la tierra. La pasión del Señor sigue estando presente en los sufrimientos de los seres humanos".

Pero aclaró que "si el Viernes Santo es un día lleno de tristeza, también es un día muy propicio para reavivar nuestra fe, para consolidar nuestra esperanza y la valentía de llevar cada uno nuestra cruz con humildad, confianza y abandono en Dios, seguros de su apoyo y de su victoria".

Benedicto XVI destacó que "esta esperanza se alimenta en el gran silencio del Sábado Santo, en espera de la resurrección de Jesús". En este día, "la Iglesia vela en oración como María y junto a María, compartiendo sus mismos sentimientos de dolor y de confianza en Dios. Se recomienda justamente conservar durante toda la jornada un clima de recogimiento, que ayude a la meditación y a la reconciliación; se anima a los fieles a que se acerquen al sacramento de la Penitencia para poder participar renovados en las fiestas pascuales".

Refiriéndose a la solemne Vigilia Pascual, "madre de todas las vigilias", el Papa Benedicto XVI recordó que en ella "se proclama la victoria de la luz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte, y la Iglesia se alegra en el encuentro con su Señor. De este modo entramos en el clima de la Pascua de Resurrección".

Finalmente, el Santo Padre invitó a los fieles a "entrar con la Virgen María en el Cenáculo, permaneciendo a los pies de la Cruz, velando idealmente junto a Cristo muerto, aguardando con esperanza el alba del día luminoso de la resurrección".